El 19 y 20 de noviembre, Aitana, la estrella del pop catalán, brilló en el emblemático Teatro Gran Rex de Buenos Aires y volvió a España con el corazón contento por sus dos funciones agotadas.
Texto: Leila Pérez
Fotos: cortesía Martina Henarejos
En 2017, Aitana Ocaña se encontraba siendo parte de la camada que marcaba el regreso de Operación Triunfo, la gran cantera de talentos que ha visto España en televisión. Comparando su paso por aquel certamen con otro éxito de Argentina, podemos decir que “bancarse ser segundo también es ser campeón”. Y así fue.
Cinco años después, la oriunda de San Clemente de Llobregat llegó a Buenos Aires para tocar por primera vez. Después de unos días en los que revolucionó México y Chile, el “11 Razones + Tour” aterrizó en Argentina con dos Gran Rex a sala llena.
El fin de semana, la calle Corrientes se vio invadida de una marea juvenil vestida de celeste y violeta pastel, que coreó por esta joven de 23 años de contextura pequeña y voz aniñada, pero con fuerza de un huracán.
Morena López Díaz, ex participante de la última edición de La Voz Argentina, ofició de telonera y se quedó con los aplausos de gran parte de los concurrentes. Guiño de la española para evocar un poquito a aquello que marcó su carrera: un reality de canto.
Apenas se hicieron las 21 horas, los focos del recinto se apagaron y en las pantallas se pudo ver un vídeo en el que Aitana, entre luces y sombras, adentraba al público en su mundo hasta aparecer. Un diminuto vestido blanco, una media cola y una sonrisa, que se pierde entre la avalancha de gritos, aplausos y euforia que envuelve al Gran Rex.
“Formentera”, canción que originalmente comparte con Nicki Nicole, fue el puntapié inicial para el concierto. De ahí en más, un éxito tras otro. Parecía que las gargantas se rompían al escuchar al público completamente enajenado, que coreó “11 Razones”, “Cuando te fuiste” y “Corazón sin vida” a rabiar. Con sorpresa y emoción, Aitana iba encontrando, entre canción y canción, su manera de interactuar con la gente, de hacerle notar que en verdad hay mucho más detrás de su obra.
“Teléfono” sirvió para conectar a aquella chiquilla de 18 años que recién saltaba a la fama con esta mujer que está a nada de estrenar su primera serie protagónica en Disney+. Un guiño para notar que todo está bien y que la gente, como hace cinco años, está de su lado.
Luego apareció una de las canciones más especiales de su repertorio: “Ni una más”. Nuevamente el aforo del Gran Rex parecía venirse abajo con una de las canciones que, en boca de Aitana, era de aquellas que no pudo evitar escribir observando lo que sucedía a su alrededor.
De la emoción al baile, la joven pizpireta y chiquita con la potencia vocal de las grandes bajó a bailar y cantar “En el coche” junto al público. Este mismo factor marcó a fuego uno de los momentazos de la noche, cuando la catalana quedó estupefacta al oír cómo la gente coreaba “Otra vez”, uno de sus últimos lanzamientos.
En uno de los pasajes del concierto, Aitana hizo subir a Juli, una fan que con un cartel de luces y colores, le pidió cantar con ella. Juntas hicieron una preciosa versión de “Con la miel en los labios” y la adolescente que saltó de la fila 7 hacia el escenario hizo una exquisita versión del tema al lado de su ídola.
La noche ya iba llegando a su final y, en el ocaso del recital, Aitana dio todo lo mejor. “Quieres”, “No te has ido y ya te extraño” y “Mariposas” conformaron una seguidilla que el público supo apreciar, pero lo mejor llegó al final. “Vas a quedarte”, “Mon Amour” y “+(Más)”, fueron las tres canciones que cerraron la noche.
“Buenos Aires no me he ido y ya te extraño de más”, dijo la catalana, y se puede confirmar que Buenos Aires también la va a extrañar. La ciudad de Córdoba será su última huella de esta gira por el país, pero la certeza de que volverá pronto hace olvidar su partida.