Mala Rodríguez regresa a Argentina para presentar Un mundo raro (2024), su nuevo disco. Antes del show que la rapera española dará en el Teatro Vorterix de Buenos Aires junto a Nonpalidece, en FlipAr repasamos los principales hitos en su relación con el país sudamericano.
Texto: Pilar Muñoz
Auténtica, aguerrida, vanguardista. María Rodríguez Garrido -Mala Rodríguez- supo erigirse como un emblema del rap en español y, desde los noventa, peleó por ganarse el respeto de un género y una industria dominada por hombres, cuando casi ninguna mujer lo hacía. Allanó el camino para que años después pudieran llegar nuevas voces femeninas a una escena urbana aún bastante paternalista, pero con más apertura que a principios del milenio.
En cada una de sus canciones y entrevistas, la española dispara declaraciones que dejan ver su lucidez intelectual, además de un gran compromiso no solo con la lucha feminista, sino también con la cultura. Dueña de una lengua filosa que muchas veces disfraza con tono naíf, la artista ha comparado -por ejemplo- a C Tangana con un “meme de gatitos”, que gusta a todo el mundo y no molesta.
Sin embargo, Mala Rodríguez está lejos de la pureza del rap más ortodoxo. Gracias al abanico de influencias con las que se nutrió de chica, la cantante nacida en Jerez de la Frontera (Cádiz) enriqueció al género con su ADN andaluz y el flamenco juega un rol fundamental en su música, aunque no es el único ingrediente que se cuela en sus canciones. Su madre y su tío también le inculcaron el gusto por la trova, el folklore y los cantautores latinoamericanos -como la argentina Mercedes Sosa-; y la radio gaditana le acercó ritmos argelinos y marroquíes. Todas esas referencias nutrieron su estilo.
Su audacia y eclecticismo pegaron enseguida en el público español -es una de las artistas de rap que produce más ventas en el país, con 200 mil copias certificadas-, y su obra no tardó en cruzar el Atlántico, en tiempos en los que no había tantas posibilidades de que eso sucediera. Fue gracias a la piratería y a programas de descarga gratuita como el eMule que hits como “Tengo un trato” (2000) -15 años después incluida por Barack Obama en una de su playlists para Spotify-, “La niña” (2003), “Por la noche” (2006) o “Nanai” (2007) viajaron hasta Latinoamérica, mucho más rápido que lo que lo hicieron las discográficas. Por eso es que Mala Rodríguez lleva en su espalda un tatuaje que dice “Internet”; le está muy agradecida al avance tecnológico.
En sus casi tres décadas de trayectoria, Mala Rodríguez ha colaborado con los principales artistas de la música urbana, como los españoles SFDK (“Una de piratas”, 1999) y Kase.O (“En mi ciudad hace caló”, 2000); los puertorriqueños Calle 13 (“Mala suerte con el 13”, 2007) y Tego Calderón (“Enfermo”, 2007); o el venezolano Canserbero (“Ella”, 2010). También ha unido fuerzas con referentes femeninas, como la mexicana Julieta Venegas (“Eres para mí – MTV Unplugged”, 2008) o la canadiense Nelly Furtado (“Bajo otra luz”, 2009); con eminencias del flamenco, como el jerezano José Mercé y el almeriense Tomatito (“Tengo cosas que contarte”, 2022); y hasta con algunos de los exponentes de la nueva generación del panorama urbano, como Lola Índigo (“Mujer bruja”, 2018, y “Nada a nadie”, 2021) y Omar Montes (“No soy un ángel”, 2023).
Ahora, a 17 años de su primera visita a Argentina, la rapera andaluza -que fue una gran influencia para colegas locales, como Sara Hebe o Miss Bolivia– regresa al país en el marco del Un Mundo Raro Tour, para presentarse a fines de agosto en Buenos Aires -el jueves 29 en Teatro Vorterix, junto a Nonpalidece-, en Mar del Plata -el viernes 30 en Ciudad Cultural Brewhouse Puerto- y en Quilmes -el sábado 31 en el Festival A Orillas Del Río 4, en Área Costanera-.
6 hitos en su vínculo con el país y la escena local
1. Rechazó a Gustavo Santaolalla como posible productor de su debut discográfico.
Universal Music, su discográfica, le propuso que el respetado productor argentino -luego ganador de dos premios Óscar por sus bandas sonoras para Secreto en la montaña (2005) y Babel (2006)- produjera su primer álbum. Sin embargo, la española declinó la oferta porque quería encontrar su propio sonido y hacer Lujo ibérico (2000) a su manera. Así lo relata en Cómo ser Mala (2021), el libro que publicó a través de la editorial Planeta. De todos modos, más adelante se daría el cruce: Mala Rodríguez colaboró en “El Andén”, noveno track de Mar dulce (2007), segundo álbum de Bajofondo, el grupo de tango fusión que Santaolalla integra desde 2001.
2. Su primera visita a Argentina se postergó dos años por la tragedia de Cromañón.
El encuentro con el público porteño fue muy esperado. Estaba previsto para el verano de 2005, pero fue suspendido por la delicada situación que vivía la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, luego del incendio que el 30 de diciembre del año anterior había causado 194 muertes en el boliche República Cromañón, en el barrio de Once, durante un show de Callejeros. Mala Rodríguez tuvo revancha y finalmente el 8 de septiembre de 2007 se materializó su primer contacto con los argentinos en The Roxy, donde presentó Malamarismo (2007), su tercer álbum. Los siguientes años se presentaría en varias de las salas más populares del circuito musical, como Niceto Club, La Trastienda o Palermo Groove.
3. Diego Torres la invitó a participar de “Mirar atrás”, un tema incluido en Distinto (2010), su séptimo álbum de estudio.
“La elegimos porque rapea, porque es mujer y por su personalidad y talento”, dijo el argentino en su momento al diario español El Mundo, que aseguraba en el título de la nota que nacía “un nuevo Diego Torres”. Dos años después, el argentino y la española cantarían juntos sobre el emblemático escenario de la Quinta Vergara, durante el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2012.
4. En sus 17 años visitando Argentina, participó de algunos de los principales festivales del país.
En 2011 la española fue parte del cartel del segundo día del Personal Fest, que se hizo en la sede San Martín del Club GEBA y tuvo nombres como Sonic Youth, INXS, Airbag y Él Mató a un Policía Motorizado. En 2016 tocó en el primer día del Festival BUE, que regresaba a la cartelera porteña después de 10 años, en Tecnópolis; y compartió grilla con artistas de la talla de Iggy Pop, The Libertines y Bomba Estéreo. En 2017 volvió al Personal Fest, justo cuando el festival retornó a su histórica locación: el Club Ciudad de Buenos Aires. Estuvo durante el día 1, con Jack Johnson, Paramore, SOJA, Turf e Illya Kuryaki & The Valderramas.
5. Deslumbró al jurado de Bailando con las estrellas con un clásico tango argentino.
Como concursante del programa de talentos español emitido por Telecinco, en marzo pasado la andaluza eligió enfrentarse a la influencer Sheila Casas con una actuación bien porteña. Comentarios como “eres pura pasión” o “ha parecido, por momentos, que estábamos en Argentina” se sucedieron entre quienes debían dar un veredicto. Su gracia y el talento de su compañero y maestro de baile Álvaro Cuenca hicieron que pasara de ronda.
6. Incursionó en la balada romántica junto a Luciano Pereyra.
Después de su featuring de 2010 con Diego Torres, en 2023 Mala Rodríguez volvió a colaborar con un artista popular argentino alejado de su raíz hip-hopera y más cercano al pop latino. Luciano Pereyra, uno de los cantantes y compositores más reconocidos del folklore local, la invitó a participar de “Estás conmigo”, una canción incluida en su álbum Hasta el alma (2023). A principios de este año estrenaron el videoclip, rodado en Madrid, donde exploran su faceta más sensual.
