Samuraï es una de las artistas emergentes de la escena alternativa española que traen un aire fresco a la industria. Tras su paso por Lollapalooza Argentina 2025, hablamos con la madrileña sobre su concepción del arte y sus influencias.
Texto: Pilar Muñoz
“Qué bonito empezar el camino en este lado del charco”, dice Samuraï en un posteo de Instagram en el que agradece la buena energía con la que fue recibida durante su show en Lollapalooza Argentina 2025. La madrileña fue una de las voces españolas que llegaron por primera vez al festival en su décimo aniversario y que cautivaron a los argentinos.
Este debut rioplatense en el Perry’s Stage no solo significa para ella el encuentro con un nuevo público. También, es el acercamiento definitivo de Aroa Lorente -su nombre real- a ese país con el que, a pesar de los doce mil kilómetros de distancia, guarda una especial conexión emocional: su padre es argentino.
Con un estilo auténtico que podría inscribirse en el pop-rock alternativo pero que también toma elementos del punk y la electrónica, Samuraï es una de las revelaciones de la escena emergente española y tiene un futuro prometedor. Así lo evidencia El Silencio del Ruido (2024), su álbum debut, que llegó tras cuatro años de varios EPs y sencillos.
―En alguna entrevista has dicho: “Yo creo que nunca decidí ser artista, creo que es algo que sabes, que está dentro de ti y que es algo que eres, no algo que quieres ser”. ¿Por qué crees que ese ha sido el curso natural de tu vida? ¿Qué es “ser artista” para vos?
―Siempre me he sentido atraída por el arte en todas sus formas, en el crear algo de la nada. Y creo que mi familia siempre me ha apoyado en todo lo que he hecho, así que ya contaba con ese plus, que me dejaba dar rienda suelta a mi creatividad. A día de hoy sigo sin saber muy bien lo que es ser artista, pero tengo claro que es un sentimiento y que hay que hacerle caso.
―En muchas de tus letras hablás de la vulnerabilidad y el caos que conlleva ser joven, dejás entrever que todos estamos un poco rotos, buscando lugares de pertenencia (en “Inocente”, por ejemplo, decís: “No he nacido para estar aquí, pero tampoco en otro lado”). ¿La música ha sido un refugio para vos?
―Sí, tanto al escucharla como al hacerla, la música me lleva a otros lugares, me hace escapar de la realidad. O, de alguna manera, enfrentarme a ella cuando tengo que hacerlo.
―En YouTube hay comentarios en los que te agradecen “por hablar por nosotros” y que te dicen “ya no me siento tan sola con los demonios de mi cabeza”. En tu caso, ¿en qué artistas encontrás o has encontrado esa tranquilidad?
―En muchísimos artistas, pero sobre todo en muchísimas canciones. “Fifty On Our Foreheads” de White Lies es una canción que me acompaña desde hace muchos años y que siempre me da calma.
―Ya has participado en varios festivales en España, pero cruzar el charco siempre es una aventura desafiante. ¿Qué es lo que más te genera expectativas y curiosidad de tocar para el público argentino?
―Tocar en el Lollapalooza es un sueño. Conocer a la gente de aquí, sentirme tan conectada a gente de tan lejos… Es euforia pura.
―¿Qué imagen previa tenías de Argentina, de su cultura y su gente? ¿Hay algún comentario o consejo que hayas recibido de algún colega músico que ya haya venido?
―Tenía muchísimas ganas de venir, y la verdad es que me he enamorado. Me he quedado con ganas de probar alguna empanada, así que tendré que volver pronto.
―Recientemente has colaborado con Leo Rizzi en “En el aire”, una canción de desamor que habla de aquello que no se puede soltar ni controlar. ¿Cómo fue trabajar con este artista, que también tiene ADN rioplatense?
―Leo es uno de mis mejores amigos. Conectamos desde el minuto uno cuando nos conocimos hace años, por lo que sentarnos en el estudio después de haber vivido tantos ratos juntos fue precioso, fácil y fluido.
―Ya has hecho varias giras: Samuraï Tour (2022-2023), Artillería Tour (2023-2024) y El Silencio Del Ruido Tour (2024-2025). ¿Qué tiene de especial y de distinto esta última?
―En esta gira presento un álbum entero, por lo que ya la diferencia en la música en sí es fuerte. Además, hoy en día tengo más recursos para poder dar el show que tengo en mi cabeza. He aprendido mucho desde el primer concierto de mi vida hasta hoy, así que digamos que ahora disfruto muchísimo el escenario y cada concierto es único e inolvidable.
―Si tuvieses que elegir la banda sonora de este momento de Samuraï, ¿qué artistas y canciones estarían seguro? ¿Aparecería en la playlist algún artista argentino que suelas escuchar o con el que te encuentres identificada?
―Estaría Fleetwood Mac, The Last Dinner Party, Fontaines D.C. Y, probablemente, más de un artista argentino, te diré. Soda Stereo es la banda sonora de mi vida en general, así que probablemente estaría también por ahí.