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Gazir

GAZIR: “El freestyle es bastante meritocrático”

Gabriel Sánchez Poyal, alias Gazir, es uno de los freestylers españoles más destacados y prometedores de la escena actual, que llegó a la Gran Final de la FMS Internacional 2021. En la previa, el MC asturiano habló con FlipAr sobre su carrera y cómo se preparó para el evento. Mira el video:

Entrevista: Pilar Muñoz
Foto portada: Carlos Vela

Hoy sos uno de los freestylers más destacados de la nueva generación. ¿Cómo llegás a donde estás hoy, clasificado para la FMS Internacional 2021?

—He llegado hasta aquí como la conclusión de dos años muy intensos. Hace dos temporadas pelee el ascenso a la FMS de España y lo conseguí. Este año también estuve peleando toda la temporada, no pude conseguir el título y quedé segundo, pero valió para clasificarme a la Internacional. Creo que, después de todo, llego en un buen momento, tanto competitivamente, porque me veo en buena forma y cómodo en el formato, como personal. Los días previos he intentado relajarme y estar muy centrado.

A la FMS Internacional llego en un buen momento, me veo en buena forma y cómodo en el formato.

¿Cómo fue el salto de los parques a las grandes ligas?

—Fue de un día para el otro. Yo todavía estaba en el instituto y la batalla que me dio a conocer fue una regional de Red Bull. Entré con dos mil seguidores en Instagram y salí con cincuenta mil. Antes me lo tomaba como un hobby, me había empezado a ir bien en las batallas de la zona en la que vivo, pero poco más. Y ese día me cambió la vida: me hice conocido, empezaron a llamarme para eventos importantes y me lo empecé a tomar más en serio. Fue pasar de nada a todo, pero creo que lo gestioné bien.

¿A quién mirabas de chico y con quién soñabas competir?

—Empecé a ver freestyle con Arkano, Chuty, Skone, Blon, una generación muy buena del freestyle español. Me he podido enfrentar contra todos ellos, menos con Arkano. Después descubrí el panorama internacional y pude enfrentarme a gente como Aczino, que es alguien con quien pensé que ya no llegaría a enfrentarme porque parecía que él se estaba retirando. Llena mucho enfrentarte a gente que antes veías desde el lado de espectador, verlos como compañeros y como rivales es un reto que te motiva mucho.

Con una madre profesora de Lengua te debés haber criado en una casa donde abundaban las palabras. ¿Creés que eso influyó un poco en que te dedicaras al freestyle?

—Mis padres siempre hicieron que yo estuviese muy interesado por leer, ver películas, aprender un poco de historia. Siempre me ayudaron a que me pareciesen interesantes ciertas clases que podían parecer aburridas. Creo que eso me dio un marco cultural más grande con el que empezar a trabajar en el freestyle y la capacidad de improvisar.

La educación que me dieron mis padres me dio un marco cultural más grande con el que empezar a trabajar en el freestyle y la capacidad de improvisar.

¿Conocés a los payadores argentinos?

—Sí, he visto. Lo descubrí porque estuvieron en un evento en el que un freestyler, Kódigo, se enfrentaba con un payador, y me pareció increíble. Me quedó pendiente ahondar más ahí, me parece algo a descubrir. La improvisación está en muchas facetas, no solo en el freestyle, y esa, que es tan musical, me ha encantado.

Estudiaste física, algo muy diferente al mundo de las letras. ¿Cómo se conjugan en vos el mundo de lo exacto, lo matemático, y el de la imaginación, la creatividad?

—Me ayuda que sean tan distintas, si no quizás estaría un poco más quemado. Una me ayuda a desconectar de la otra. Este año empiezo tercero de la carrera y, si bien sigo con la carrera, estoy bastante centrado en el freestyle e, involuntariamente, mi cabeza se va más hacia allí en mi día a día. Pero estos dos años, que lo he ido compaginando, me ha ayudado mucho. Los meses que he tenido exámenes y he estado mucho más centrado en la carrera, cuando he tenido que ir a competir era como una liberación, como salir de la jaula en la que estaba. Y viceversa: si he tenido muchos eventos, pues me apetece desconectar, leer en casa lo de clase, repasar…

Te has cruzado sobre el escenario a varios argentinos. ¿Cómo es tu relación con ellos y qué destacás de sus actuaciones?

—Argentina siempre ha tenido una escuela genial y con los que he coincidido, además de que me han caído muy bien, he disfrutado un montón las batallas. En la USN competí con Klan y también conocí a Stuart y me llevé muy buena impresión de él. Luego, más de mi generación, competí con Mecha y con Zaina en Supremacía, y hemos hecho buenas migas. Mi exhibición con Zaina fue una de las primeras batallas en las que empecé a subir un escalón y con Mecha ahora mismo tengo ganas de volver a enfrentarme porque me parece de los mejores a nivel internacional. De Argentina siempre he admirado también a Dtoke, que me parece un guerrero; a Klan, que es una bestia, pelea muchísimo; y Papo, que tiene mucha historia y también me gusta mucho.

Argentina siempre ha tenido una escuela genial. Siempre he admirado también a Dtoke, a Klan y a Papo.

Cuando se compite con alguien de otro país, ¿es un desafío extra el tema del acento o de la jerga propia?

—En el freestyle, si bien cada uno tiene su acento o su jerga, hay un idioma bastante universal. Teniendo una jerga muy distinta un chaval de Chile y yo, podemos haber tenido en cierto momento una muletilla que fuese parecida y que la entendamos. Es distinto cuando estás compitiendo fuera de tu país y es el público el que tiene una jerga distinta a ti porque ahí no puedes hacer una referencia a algo de tu región y tienes que adaptarte.

¿Y generacionalmente, con freestylers más grandes, hay diferencias?

—Teniendo la misma pasión, se congenia bien. A nivel de códigos, sí se nota la diferencia de los que han estado peleando cuando ya estaban asentados y aun así no podían vivir de ello. Ellos han construido donde hemos llegado nosotros ahora y nosotros estamos peleando por ir construyendo más pisos de ese edificio.

¿Creés que todavía le falta reconocimiento al freestyle?

—Estando ya bastante masificado, creo que le queda por dar un pasito que va a detonar otra explosión, como la hubo en 2016, y se va a globalizar más. Y, a nivel de profesionalizarse uno mismo, el freestyle es bastante meritocrático, asentarte depende de ser muy constante, de no descender de una competición, de hacerlo bien en una para que te llamen a la siguiente, de dar buen nivel en las exhibiciones… Eso hace que cada vez tengamos que dar más y yo creo que va a llevar al siguiente pasito para que el freestyle se despegue de los últimos estereotipos que todavía tiene en cierta parte del público y en ciertas marcas.

El freestyle es bastante meritocrático, asentarte depende de ser muy constante.

¿El freestyle es un deporte o un arte?

—Para mí la principal diferencia está entre freestyle y batallas. El freestyle en sí es un arte: estás expresándote musicalmente, rítmicamente y fonéticamente en una instrumental, rapeando. En una batalla estás compitiendo y yo entiendo que el entorno competitivo lo puede volver más deportivo porque tú estás intentando ser mejor, sacar más puntuación que el otro para ganar, pasar a otra ronda y seguir compitiendo. Entonces me parece un punto intermedio. Y es subjetivo: por mucho que intentes sacar mejor nota que el otro, no te pueden poner una puntuación objetiva de esa rima porque a alguien le puede gustar más una cosa y a otra persona, otra.

¿Cuál es tu fuerte?

—Mi fuerte siempre ha sido el contenido, aprovechar el estímulo que tenga, ya sea contestar al rival, atacarle o utilizar una palabra o una imagen, y añadirle a eso ingenio y originalidad. La diferencia entre que las barras previas al punchline sean hirientes, relleno o útiles para el patrón que estás rapeando, a mí me llena mucho. Ahora estoy intentando mejorar la forma que le doy, tanto escenificándolo como el flow y adornos métricos, que siempre me han gustado mucho. Busco ser completo.

Estoy intentando mejorar la forma que le doy a mi contenido, tanto escenificándolo como el flow y adornos métricos.

 


La FMS Internacional 2021 tiene lugar los días jueves 9, viernes 10 y sábado 11 de septiembre, en el Palacio Vistalegre de Madrid. Se puede ver, en vivo y en directo, desde el canal de Urban Roosters.