Joyaz es el proyecto electropop de la artista argentina Yazmin Huenchuman que, a base de esfuerzo y talento, llegó al sello discográfico madrileño Mont Ventoux. La música charló con FlipAr acerca de sus comienzos, de sus influencias y de “Amor de antro”, uno de sus últimos sencillos.
Texto: Yanet Ingravallo
Yazmin Huenchuman reunió influencias electrónicas y del pop desde su adolescencia temprana, más precisamente desde los doce años, cuando se mudó a la ciudad de La Plata, Argentina. Allí creció observando de cerca a Nerdkids, banda a la que acompañó en los procesos compositivos y creativos de sus canciones.
Gracias a ese grupo platense que tuvo su explosión a comienzos de los años dos mil, Yazmin conoció a Paquito Salazar, que la llevó a descubrir aún más sobre la electrónica y hoy es la persona que colabora con los lanzamientos de la artista.
“Amor de antro” es uno de los últimos sencillos que estrenó Joyaz y el primero que edita junto a Mont Ventoux, sello discográfico con base en Madrid. Hace unos días, también presentó un remix veraniego a cargo de Paquito.
Joyaz ya había editado un álbum homónimo en 2014 y, luego, City Hell (2018). Ibiza Pareo, Javiera Mena, DJs Pareja, Carisma, Kobra Kei e incluso Madonna son algunas de las influencias y puntapiés que toma la platense para dar rienda suelta a su creatividad musical.
—¿Cómo nace tu cercanía con la electrónica?
—A los doce años me mudé a La Plata y conocí toda la movida del punk under. Me hice un montón de amigos en el barrio y ellos tenían hermanos con bandas. Una de esas bandas fue Nerdkids y tuve la suerte de vivir uno de los mejores momentos del grupo. Ellos me dejaban participar en lo que yo quisiera y fue así que empecé a conocer estudios, pude grabar y saber cómo se hacían las canciones porque me mostraban cómo trabajaban los temas desde la composición. Cuando yo tenía catorce, incluyeron a Paquito Salazar en la banda y ese fue el factor principal que hizo que conociera la electrónica. Siempre tuve un vínculo musical muy interesante con él y eso continúa hasta estos días. Gracias a él surgieron muchos arreglos soñados de mi single “Amor de antro”, que le dan un vuelo distinto.
Tuve la suerte de vivir al lado de Nerdkids uno de los mejores momentos del grupo.
—¿Y en cuanto al pop?
—Siempre fui muy melómana, escuchaba la música buena que había en mi casa. Recuerdo descubrir a Madonna y un disco de Marilina Ross que me encantaba. Eso me hizo escribir letras desde muy chiquita, siempre inspirada por ellas. Me agrada pensar que lo que hago ahora es una respuesta a la devoción hacia esas músicas que me gustan.
—¿Qué otros artistas y situaciones inspiran a Joyaz?
—En cuanto a artistas, me influencian Ibiza Pareo, Kobra Kei, Sofía Oportot, Carolina Zac, Javiera Mena y más de la electrónica puede ser Ana Helder, Carisma y DJs Pareja. También me inspira la música y las fiestas como motivo de reunión y resistencia, así como las raves. Es muy mágico lo que sucede y sirve para hacer un poco de contracultura, para cuestionar lo que está pasando y poner en primer plano lo que tenemos ganas de hacer.
—Tu sencillo “Rosas y anarquía” (2020) estuvo inspirado en el accionar de la anarquista María Soledad Rosas, ¿qué tanto te influyó su historia?
—Conocerla fue descubrir todo un movimiento de resistencia a la destrucción de la naturaleza, y eso es lo que me interpela como mujer mapuche. Los pueblos originarios son los que históricamente defendieron los recursos naturales y funden el respeto hacia todos los seres. Esa historia me marcó y me inspiró un montón, forma parte de una etapa idealista que en un punto está llegando a su fin para mí. Ahora estoy más concentrada en lo que está y lo que podemos llegar a hacer con la música. No busco seguir utopías sino crear nuestra realidad paso a paso.
El movimiento de resistencia a la destrucción de la naturaleza me interpela como mujer mapuche y me inspira un montón.
—¿Cómo surgió “Amor de antro”?
—Surgió hace dos años, a partir de un sample que una amiga me dijo que le gustaba mucho. Agarramos el primer compás, lo puse en loop y, a partir de eso, empecé a sumar la batería, las programaciones, los sintetizadores y la armonía. Cuando terminé la producción dejé espacio para otras cosas y le pedí a Paquito que grabara pianos, bajos y otros samples.
—¿Cuál fue la inspiración?
—La inspiración es el house de Chicago y de Latinoamérica, un movimiento clave de resistencia. Las disidencias estamos cómodas en los antros, entonces lo que hace un poco la canción es reivindicar estos lugares como espacios donde podés conectarte muy espiritualmente con las personas. Bailar para mí es espiritual y esa es una de mis razones de existencia.
—¿Qué significa para vos que Joyaz se incorpore al sello madrileño Mont Ventoux?
—Para mí es una prueba de que haciendo las cosas con dedicación, sosteniéndolas en el tiempo y con mucho gusto, se puede llegar muy lejos. Es un montón porque lo logré desde una carrera totalmente independiente y sin ningún apoyo previo más que amistades y familiares. Sumarme fue una gran sorpresa y es lo único que puedo rescatar del año pasado a nivel profesional.
Sumarme a Mont Ventoux es lo único que puedo rescatar del 2020 a nivel profesional.
—¿Cómo te sentís dentro de la escena musical en la que te desarrollás?
—Me siento muy privilegiada y afortunada de compartir música con gente que admiro porque lo hacen desde el respeto y la igualdad. Mi vida y mi patrimonio giran en torno a poder compartir música con las personas que quiero. Hay un apoyo mutuo importante para profesionalizarse cada vez más y poner en valor lo que hacemos para mostrarlo de la mejor manera posible.
—¿Qué opinás de la ley de cupo de mujeres y disidencias en eventos musicales, sancionada en Argentina en 2019?
—Creo que es un primer paso muy bueno y que da esperanza para que las cosas en un futuro puedan ser distintas. Por lo pronto, nos da la posibilidad a las mujeres, que siempre estuvimos restringidas a otro tipo de actividades, de estar más presentes y ser profesionales. Estamos unidas y queremos hacer las cosas de la manera más profesional, hasta el punto en que no importe el género.
—¿Qué aspectos creés que falta derribar?
—Es un montón lo que queda por hacer porque hay muchos prejuicios y siempre tenemos menos acceso a cuestiones materiales y económicas. Eso es lo que define que una mujer o disidencia pueda hacer música: tener su lugar, un equipo, instrumentos y amigos. Acá en Sudamérica los recursos son acotados, entonces siempre es fundamental el apoyo mutuo a la hora de hacer música, sino es imposible. También falta mucho por derribar en la parte técnica de los festivales, porque más allá del género elegido, hay que aprender que el trato profesional es algo separado. Yo creo que estamos en camino y estaremos arduamente defendiendo nuestro lugar.
Hay muchos prejuicios y las mujeres y disidencias siempre tenemos menos acceso a cuestiones materiales y económicas.
—¿Qué depara el 2021 para Joyaz?
—Después del lanzamiento del remix “Amor de antro (Paquito Salazar Summer Mix)”, espero que haya muchas fechas en vivo para que podamos recuperar nuestros espacios de libertad, que surjan colaboraciones y seguir colaborando con todos los amigos que pueda.