Fernandocosta está presentando Tirititando (2022), su segundo disco de estudio, para el que grabó algunos videoclips durante su reciente visita a Argentina. El rapero español volverá a Buenos Aires en noviembre, pero antes charló en exclusiva con FlipAr. Mira el video:
Texto: Pilar Muñoz
En su reciente viaje a Buenos Aires, Fernandocosta logró una cercanía con la cultura argentina que pocos artistas extranjeros alcanzan durante sus visitas al país. Y no tiene que ver con el hecho de haber cantado por primera vez en esa tierra un 25 de mayo –Día de la Patria- y con un conjunto de la AFA. Esa conexión va más allá de las coincidencias temporales y es fruto de una intención concreta.
El rapero ibicenco no se conformaba con conocer los sitios turísticos. Él quería llevarse la sensación de que había visto la “Argentina real”. Por eso, además de participar en el festival Nación Urbana, recorrió los barrios más humildes, como Villa 31 o Villa Lugano. “Quería compartir con la gente de verdad, a la que le da igual si eres famoso o no; que si tú hablas con respeto, ellos te hablan con respeto”, explica.
Según cuenta, cuando llegó a Lugano le preguntaban quién era, a qué se dedicaba. “Mucho no me conocían los turros del barrio”, revela entre risas, y aclara: “Pero cuando les dije que era amigo del Homer (El Mero Mero), me mostraron los tatuajes de MDB Crew y dijeron: ‘Si tú eres amigo del Homer, nosotros te cuidamos’”. Allí grabó el videoclip de “Ya no”, uno de los temas de Tirititando (2022), su nuevo disco.
Mucho no me conocían los turros del barrio, pero cuando les dije que era amigo del Homer me dijeron que ellos me cuidaban.
La presentación de Fernandocosta en el festival Nación Urbana reflejó algo de lo que el español, de a poco, iba enterándose: sus canciones también sonaban al otro lado del Atlántico. “Desde que empecé a hacer música vi en las analíticas y en los comentarios que la gente en Argentina me escuchaba, pero hasta que no vas y lo vives en tus propias carnes, no es lo mismo”, señala.
Los gemelos Ayax y Prok, raperos granadinos que ya contaban con varias visitas al país, le habían dicho que en Argentina la gente les preguntaba por él. Y, según revela, hasta sus colegas argentinos Acru y Ronpe 99 le habían adelantado: “Acá la gente te quiere una banda”. Solo quedaba constatarlo…
—En “Ya no” decís: “Nunca me imaginé que algún día me escucharían”. ¿Cómo se siente estar a más de diez mil kilómetros de casa y que la gente cante tus temas?
—Estoy súper contento de cómo me recibió todo el mundo, la hospitalidad de la gente, ver cómo tan lejos de casa la gente te escucha, te banca, te viene a ver al concierto, se pone nerviosa cuando te ve. El concierto fue una locura, yo nunca había vivido lo de que el público sea contagiado por el fútbol, la hinchada, todo el mundo saltando. Me quería quedar.
El concierto en Buenos Aires fue una locura, todo el mundo saltando.
—¿Alguna vez lo soñaste?
—Me vino todo de pronto. Fueron los gemelos los que me armaron el canal de YouTube, el Instagram, ellos me dieron el trampolín para que yo saltara a la piscina. A veces lo pienso y parece irreal. Intento que no me afecte mucho porque hasta te puede llegar a dar vértigo.
—¿Qué cosas típicas de Argentina probaste? ¿El fernet, el asado?
—Intenté probar de todo un poquito: el fernet, la carne, estar tranquilo con la gente de la calle… En los barrios me recibieron todos los chicos con las motos y me dijeron: “Tenemos que hacer el villa tour” (risas).
—Has dicho que estás muy enganchado con la cumbia argentina… ¿Qué estás escuchando?
—Me gusta Damas Gratis, los Pibes Chorros y Callejero Fino. Fusionan mucho el tecladito de fondo. Las canciones de Callejero Fino me hacen mucha gracia, me parece muy auténtico.
Las canciones de Callejero Fino me hacen mucha gracia, me parece muy auténtico.
—En su paso por Argentina, Delaossa –con quien grabaste “Fumando serio”- nos dijo que, de la escena argentina, admira el apoyo y la cercanía entre los músicos. ¿Coincidís?
—Argentina tiene la escuela tan buena del freestyle, de El Quinto Escalón, la FMS… Todo eso ha sido un trampolín para artistas como Trueno, YSY A, Duki, Tiago PZK, que empezaron con una base más rapera. El hecho de que todos vengan del mismo sitio hace que, una vez que sean famosos, no tengan mucho problema en compartir canciones, hacer colaboraciones con artistas que no están a su nivel de streaming.
—¿Cómo se vive eso en España?
—En España, por lo general, la gente no quiere colaborar con artistas que tengan menos cantidad de oyentes mensuales. Hay mucho ego en ese sentido. Pero cada vez estamos aprendiendo más de vosotros porque ahora la escena argentina es la más prendida de todo el planeta, más que Puerto Rico, Colombia y Estados Unidos. Sentimos una especie de envidia sana porque vemos que funciona muy bien, que los artistas intentan llevarse bien entre todos. Estuve en la Bresh con Tiago PZK y con Dani Ribba, gente que está bastante más arriba mío a nivel de streaming, pero me decían: “Nosotros te escuchamos hace una banda, aquí la gente te quiere un montón”.
Ahora la escena argentina es la más prendida de todo el planeta.
—Te llama la atención ese carácter más terrenal, esa humildad…
—Nosotros somos más fríos, es lo que me dice Acru… Él me escribe: “Hermano, te extraño una banda, tienes que vivir aquí”. Y yo le pongo: “Yo también he echo de menos”. Nada más. Pero porque somos así. El argentino tiene un don de hablar, creo que nos tenemos que empapar más de vuestro rollo.
—Ya has colaborado con Acru (“Crudo”) y con Homer El Mero Mero (“Los guachos en la esquina”). ¿Se viene alguna otra alianza con argentinos?
—Tengo un tema pendiente con C.R.O. Con Ronpe 99 grabé e hicimos el video en la Villa 31. Como soy una persona de compartir cara a cara, me cuesta eso de escribirles a los artistas por Instagram para enviarles unas voces o algo así. Me gusta más hacerlo en el momento, compartir con alguien en el estudio y, si nos llevamos bien, sale solo.
—¿Y hay algún artista con el que te gustaría trabajar y todavía no se haya dado la ocasión?
—Lo bueno es que Duki puede hacer un rap, un reggaetón, un trap… Tiene mucha variedad a la hora del registro. Con Duki me haría un tema más melódico. Con Trueno me haría un tema más rapero. Con Pablito Lescano… Por querer y por pedir, un montón de artistas. Y me gusta mucho Dillom, me parece que es un tío súper original.
Me gusta mucho Dillom, me parece que es un tío súper original.
—En pocos meses te tendremos de nuevo en Argentina…
—El 3 de noviembre volvemos. Después del recibimiento que nos disteis y de ver el calor que nos brindó la gente, decidimos que era parada obligatoria antes de ponernos aquí con la gira de Tirititando. Ya verá la gente que no es el típico concierto de DJ y rapero con micrófono, vamos a intentar que sea más top.
—Tirititando es más melódico que tu primer disco, Yipiyou (2018), aunque mantenés la esencia hardcore en temas más crudos, como “Dame una luz”…
—Desde el primer momento le dije a Blasfem (productor) que quería hacer un disco más melódico, que no me quería quedar en lo que me funcionaba. Para mí mainstream es repetir la fórmula con la que te ha ido bien y no arriesgar nunca. Yo sé que lo melódico no es a lo que está acostumbrada la mayoría de mis fans, pero es lo que a mí me ha gustado hacer, por lo que he estado motivado en el estudio: intentar llegar a tonos a los que creía que no iba a llegar, juntarme con músicos… No es un disco plano, que siempre suena igual, sino que te lleva por varios momentos.
Lo melódico no es a lo que está acostumbrada la mayoría de mis fans, pero es lo que a mí me ha gustado hacer.
—Los temas más oscuros los grabaste en Galicia –donde los días suelen ser grises- y los más alegres, en Málaga o Ibiza –ciudades conocidas por su fiesta-. ¿Tanto condiciona el ambiente?
—El lugar, la meteorología, el estado mental que tenga uno en ese momento… Al final, por más que estés en un sitio alegre y con buena compañía, si por dentro estás triste o tienes problemas, va a dar igual eso. Pero hemos intentado empaparnos tanto de los sitios como de los ambientes en los que estábamos.
