Delaossa se encuentra en Buenos Aires en el marco de su gira Lo hice por nosotros y, antes de su presentación en Niceto Club, charló en exclusiva con FlipAr sobre sus lanzamientos, su concepción del rap y la escena argentina. Mira el video:
Texto: Pilar Muñoz
Foto: Nehuén Silva
“Estoy entrando al mainstream pa’ educar al mainstream”, suelta Delaossa en su último lanzamiento. El español hace de sus canciones verdaderos manifiestos, en los que declara sus principios e intenciones, y “Santo” no es la excepción. Sin embargo, en esta nueva propuesta, sus contundentes barras fluyen en un beat más chill que los que acostumbra usar, y eso adelanta cómo sonará su próximo material.
“Se viene un EP veraniego, queremos que sea divertido, para el carro, que suene gordo y que la gente se lo disfrute”, explica el rapero malagueño en su paso por Buenos Aires, y aclara: “También estamos preparando un disco más adelante, que va a ser más profundo, más del timeline de mi vida, como vengo haciendo en todos los álbumes”.
Es que Dani Martínez de la Ossa tiene tendencia a la mirada retrospectiva en su música, y siempre recuerda cómo era la vida antes de sonar en las radios y conocer los destellos de la fama. “No hace tanto tiempo que me volvía borracho sin poder pagar el bus”, canta en “Mal agüero”, el sencillo que sacó en diciembre pasado.
—¿Cómo fue el salto del under, pagando para tocar en garitos o presentándote como telonero de otros artistas, a poder vivir del rap?
—Tengo la suerte de que ha sido todo muy escalonado. Como digo en “Santo”, muy poco a poco hemos conseguido pasar de la “A” a la “Z”, pasando por todas las letras del abecedario. Eso me ha afianzado como un artista sólido, que sabe los pasos a seguir y lo que cuesta ganarse las cosas. Me gusta acordarme de cuando todo era un proyecto y no una realidad; cuando todo era un sueño en El Palo, mi barrio, grabando con los pibes con un micro malo.
Me gusta acordarme de cuando todo era un sueño en El Palo, mi barrio, grabando con los pibes con un micro malo.
En su primer disco, Un perro andaluz (2019), Delaossa habla mucho de su vida en El Palo, el barrio pesquero de Málaga en el que nació, creció y dio sus primeros pasos en la música. Con el paso de los años, sus letras van reflejando cada vez más su nueva realidad, en la que empiezan a aparecer los lujos, pero sus raíces siempre aparecen.
“El Palo, Málaga, worldwide”, dice la portada de La Tour Liffee (2020), una mixtape que sacó cuando ya se había mudado a Madrid y empezaba a añorar la cotidianeidad con los suyos. Y en “Aleluya”, su primer corte, denunciaba: “Estáis obsesos con el lujo, con las ventas; y yo con mantenerlo puro, con la esencia”.
—¿Qué te ayuda a mantener los pies en la tierra y a seguir representando al barrio, aunque ahora tu realidad te permita vivir una vida más cómoda en lo material?
—Ese híbrido es interesante, no sobrepasarse de ninguna de las dos partes. Saber disfrutar del lujo, del vacileo implícito del rap, que siempre hemos escuchado desde chicos; y acordarte de dónde vienes, respetar ese origen. Todavía tengo contacto con los de mi barrio, con mi padre, con mis amigos. Eso va latente en toda mi música.
—Hoy el público masivo te conoce como Delaossa, pero diste tus primeros pasos dentro de un colectivo artístico…
—Siempre hemos tenido un equipo de trabajo, Space Hammu, un colectivo que creamos en Málaga. Sigo trabajando con ellos, aunque ahora voy con un equipo diferente porque la vida te abre puertas nuevas, se añade gente que no conocías y se va estructurando todo de una forma que nadie puede prever. Hoy cada uno está en un sitio diferente haciendo su música, pero cuando nos juntamos vuelve a ser lo mismo, siempre divertido, con hermandad y con ganas de hacer rap puro.
—¿Cómo surgió tu lema “Wake up, niñato” y cuál es su trasfondo conceptual?
—Surge de “Rounders” (2018), uno de los primeros temas que he lanzado. Era rap muy duro el que hacía por aquella época, la realidad que vivíamos era otra y estábamos más enfadados, los ritmos eran más oscuros. Y eso salió improvisado. Yo grababa con KAS Rules en mi cuarto, en Málaga, y faltaba un trozo de frase y me pidió que metiera algo. “Wake up, niñato”, lancé, y lo miré como “esto está guapo”. Se convirtió en un grito de aliento de “ponte las pilas”, tanto para el público como para mí mismo. Es el momento: si la música hasta ahora no te ha dado beneficio económico, no te ha dado para vivir, ahora ya es momento. ¡Levántate, vamos p’alante!
Wake up, niñato! es un grito de aliento de “ponte las pilas”, tanto para el público como para mí mismo.
En pocos años, Delaossa pasó de grabar en su cuarto malagueño a sonar en las radios, formar parte de importantes festivales de música y trascender las fronteras de su país. Así fue como en 2019 llegó a Argentina, para participar del Buenos Aires Trap, en el Hipódromo de Palermo, donde también tocó su compatriota C Tangana.
Sin embargo, el nombre de Dani terminó de instalarse entre el público argentino a mediados del año pasado, cuando colaboró con Nicki Nicole en “Me has dejado”, un tema que la argentina incluyó en su disco Parte de mí (2021). “A mí me sigue fascinando, me parece un tema muy bueno, pero creo que no se llegó a entender porque tiene unos toques muy españoles, rasgos flamencos”, considera el malagueño.
—¿Cómo se conocieron con Nicki Nicole?
—Nos conocimos por Internet, le hablé cuando sacó la session con Bizarrap, que la re pegó, y me dijo: “Wacho, no puedo creer que me hables”. Ella era fan de mi música antigua. Y ahí surgió la amistad. Vino a España, la invité a un show y apareció con los tres temas que tenía por entonces, hizo su vivo allí conmigo. Tengo mucho respeto por ella, la considero una buena amiga y ya saldrán más cosas juntos.
—¿Qué podés contar del show del 20 de mayo en Niceto Club? ¿Habrá invitados, algún adelanto nuevo? ¿Y qué otras cosas te traen al país?
—En Niceto vamos a hacer el show que estuvimos haciendo durante la gira en España, aunque vamos a añadir un par de cosas para que la gente se vaya con un buen sabor de boca. Invitados no vamos a poder llevar muchos porque no están en Buenos Aires. Tenemos un show bastante elaborado, hemos hecho un trabajo visual y de sonido muy potente. Nadie se va a quedar indiferente, va a ser la hostia. Y en Argentina quedan muchas cosas por hacer, muchos juntes, y para eso estamos también por aquí.
—¿Cómo se ve en España el boom de la escena musical argentina, que hoy encabeza los principales festivales de música también del otro lado del Atlántico?
—En Argentina hay un modus operandi del que debemos aprender mucho los españoles. Hay una conexión, quizás porque vienen todos del mismo sitio, del freestyle, que se conocen desde pibes y se han criado juntos, y todos se apoyan entre sí. Eso hace mucho para que toda esta gente crezca y le vaya tan bien. Hacen buena piña, se les nota, y al final en la unión está la fuerza. En España nos acompañamos y nos apoyamos, pero no con la
En Argentina hay un modus operandi del que debemos aprender mucho los españoles.
—¿Qué te hace FlipAr del público y de la cultura argentina?
—El público de España es la hostia, pero el público argentino es otra movida. Tiene algo especial y es que tiene una pasión, una intensidad… Corea todo como si fuera un cántico de fútbol, están arriba desde el minuto uno hasta el último.
—Has dicho que tu meta es llevar tu música a otro escalón. ¿Cuál es tu máximo objetivo artístico como Delaossa?
—Últimamente estamos llegando a otro nivel musical, el proyecto es más grande, hay más instrumentos, todo es mucho más magnánimo y los videos también acompañan. Lo que me gustaría, como digo en “Santo”, es educar al mainstream. Tener cabida en el público general, pero siempre aportando esa cultura nuestra, ese punto de vista más elaborado. No hacer música estúpida, hay parte del mainstream que es muy básico… Es darle esa cultura que tenemos Kiddo, todo mi equipo y yo, y llevarlo al siguiente escalón, aun haciendo música que pueda escuchar cualquier persona. Darle un poco de complejidad al mainstream, en la estructura de las canciones y la elaboración…
