Alejo Stivel fue el primer invitado al ciclo de entrevistas en streaming que comenzamos el jueves 26 de marzo a través de nuestra cuenta de Instagram. Confinado en su casa madrileña, el músico argentino nos contó cómo vive la pandemia y qué actividades lo mantienen entretenido en estos días de aislamiento social, pero también habló de la despedida de Tequila, relató su experiencia como productor de grandes referentes como Joaquín Sabina y recomendó discos para hacerle frente a la crisis.
Texto: Pilar Muñoz
Foto portada: Tamara Rajmilevich
“Como si fuera un capítulo de Black Mirror”, así percibe Alejo Stivel esta situación de “casi ciencia ficción” que está viviendo el mundo entero a raíz de la expansión del Coronavirus. Cada mañana, ni bien comienza su día, se cuestiona este momento histórico que roza el surrealismo: “¿Es verdad que está todo el planeta, dos mil quinientos millones de personas, encerradas en sus casas?”.
El estado de alarma en España llegó justo cuando iba a hacerse en el WiZink Center de Madrid “La última fiesta”, el cierre de la gira Adiós Tequila Tour, en el que Stivel y Ariel Rot le pondrían el broche a esa banda que, en los setenta, marcó un hito en la historia del rock español. Las circunstancias adversas obligaron a que el concierto se aplazara y finalmente se reprogramara para el próximo 23 de septiembre.
“Ya venía súper preparado y ahora habrá que mentalizarse de nuevo”, dice acerca de la despedida del grupo. Sin embargo, Alejo sigue con sus proyectos –está por relanzar un tema de su disco solista Yo era un animal (2017) y trabaja en Green Family, un canal de YouTube de canciones infantiles con mensaje ecofriendly y feminista- y es por eso que la nostalgia no es una opción para él. “No es que se acaba la banda y yo me jubilo, tengo mucha ilusión de lo que se viene”, asegura.
No es que se acaba Tequila y yo me jubilo, tengo mucha ilusión de lo que se viene
El pasado domingo 22 fue su cumpleaños, el más atípico que le tocó vivir y, según cuenta, “descaradamente opuesto a lo que iba a ser”. Es que, luego del show en el WiZink Center, Alejo Stivel haría una fiesta en una sala del recinto, para la cual repartiría pulseritas a unas trescientas o cuatrocientas personas y pondría una playlist que ya estaba preparando, además de globos, comida y bebida.
“De repente me encontré celebrando mi cumpleaños solo, con una vela y mi gata Mirta, desarrollando el idioma miau”, se ríe. Sin embargo, una persona muy especial para él le preparó knishes, su comida favorita, y se los mandó por Uber, gesto que le alegró el día.
Hoy, el músico considera que la situación no es tan grave y que va a pasar, como sucedió con la Fiebre Española, que mató a veinticinco millones de personas pero pasó. “Yo no creo que esta sea la gran masacre de la historia”, asegura, y agrega: “Ahora estamos en pleno pico y obviamente hay que cuidarse pero en España todos los años hay quinientos mil contagiados de gripe normal y diez mil muertos, tampoco es ninguna tontería”.
No creo que la del Coronavirus sea la gran masacre de la historia.
Por otro lado, apunta a los medios de comunicación que, bajo su óptica, “sacan mucho partido al estar todo el día machacando a la gente” y sobresaturándola de información. “Creo que hay un poco de delirio psicopático mediático”, señala.
Quizás como un modo de mantenerse entretenido y distraído de las noticias, por estos días aprovecha para ordenar el papelerío que se le suele acumular. “Es el NeverEnding Story, no sé si este virus me va a dar tiempo a ordenar todo, voy a necesitar otro más para terminar”, bromea. El que sí mantiene siempre impecable es el mueble, que va de pared a pared, en el que guarda su colección de música, en algunos formatos ya caducos: “Aunque ya casi siempre escuche por Spotify, algunas veces pongo un vinilo o un cedé”.
El siguiente video es un fragmento de la charla con Pilar Muñoz, en el que Alejo habla sobre su trabajo con Joaquín Sabina y recomienda tres discos para pasar la cuarentena: