A pocos días de la tercera fecha de FMS Argentina 2022, Larrix –uno de los ascendidos de esta temporada- charló con FlipAr acerca de la escena, de sus años en España y de sus referentes artísticos. Mira el video:
Texto: Pilar Muñoz
Foto: Irish Suarez
—Venís de ganar la batalla de recuperación contra Wolf, en la plaza Leandro N. Alem, ¿cómo la viviste?
—Fue muy difícil, no sabía qué iba a pasar porque es un rival excelente. Todas las jornadas en realidad son muy exigentes. Yo siempre quiero dar un muy buen papel porque sé que los oponentes son la élite del freestyle, genios, leyendas. Y los que están recién llegados son puras bestias, con un montón de proyección y potencial.
—¿Hay una preparación o un nerviosismo diferente si el enfrentamiento es en una plaza o en un escenario?
—Me exijo mucho cuando estoy analizando lo que hice o cuando estoy entrenando, pero a la hora de ir a batallar trato de ir a disfrutar y dar el máximo. No me sobreexijo ese día, voy con la tranquilidad y la concentración que hacen falta. Soy bastante cabulero, pero también risueño: eso ayuda a distender antes de la batalla y entrar con una buena energía.
—¿Sos de leer los comentarios de YouTube? ¿Cómo tomás la respuesta del público?
—Los comentarios los leo de vez en cuando. Sobre todo pregunto opiniones a colegas y gente cercana que sigue la movida. Cualquier crítica constructiva o mirada alternativa que me plantean, me sirve mucho. Estoy siempre atento a cualquier cosa que me pueda ayudar. Lo vivo bastante saludablemente.
Cualquier crítica constructiva o mirada alternativa que me plantean, me sirve mucho.
—En los videos de las fechas o en los recopilatorios, mucha gente comenta que flipa con tu estilo, que cómo no te descubrió antes y que sos un “soplo de aire fresco” a la escena. ¿Qué creés que le aportás a la liga?
—Que mucha gente tenga carreras largas y fructíferas es algo hermoso, pero que vaya apareciendo gente nueva también. Catalogarme como “un distinto” sería bastante ególatra de mi parte, pero me alegro que haya gente que lo piense. En mi forma de rapear hay cosas propias y cosas que aprendí de gente muy talentosa, y no me avergüenza reconocerlo. Aprendí mucho de gente que pasó por esta disciplina, de gente que coexiste conmigo ahora y de gente de otras disciplinas artísticas.
—¿Cuáles fueron esos referentes que hoy se ven un poco reflejados en tu estilo?
—Yo trato de arrastrar un poco de cada cosa; el grupo de nombres es tan variado que puede sonar un poco ridículo. Me gusta mucho el arte en general y el cine es algo que disfruto muchísimo. Me gustan muchos directores: Adolfo Aristarain, Martin Scorsese, David Fincher, Stanley Kubrick, Quentin Tarantino… Me gusta mucho cómo interpretan algunos actores, como Daniel Day-Lewis o Robert De Niro, que se vuelven locos, se transforman en el personaje, ya no existe el actor. También me gusta el ajedrez, el deporte –sobre todo el fútbol-, la literatura… Hay muchos campos que me gustan, seguramente no sepa mucho de ninguno, pero disfruto un montón.
Yo trato de arrastrar un poco de cada cosa. Hay muchos campos que me gustan, seguramente no sepa mucho de ninguno, pero disfruto un montón.
—¿Y en el rap?
—Tengo muchos referentes de habla hispana, aunque también de la historia del rap, como N.W.A. es la banda de rap estadounidense que más amo. También arrastré mucha música de España: Violadores del Verso, SFDK, Tote King, Shotta, Mucho Muchacho, Rafael Lechowski, Los Chikos del Maíz… La Raíz también es un grupo que amo y tiene mucha fusión de distintos estilos, entre los cuales está el rap.
—Antes de meterte en el freestyle, en el under cordobés, viviste en España. ¿Cómo era tu vida allá?
—Estuve en España desde mis tres o cuatro años, hasta los doce. Viví en Barcelona, a pesar de que soy hincha del Real Madrid, porque de chiquito era arquero y amaba a Iker Casillas. Argentina atravesaba una situación complicada y mis padres tuvieron una oportunidad laboral allá. Barcelona fue un lugar muy cálido para nosotros a pesar de que éramos inmigrantes. Es un lugar cosmopolita: en mi clase éramos veintidós, doce eran españoles y diez éramos de afuera.
—¿Freestylers españoles que te hayan marcado?
—La primera batalla que vi en mi vida fue, a mis doce o trece años, Babi Blackbull vs. Navalha, en la regional de Red Bull Alicante. El otro día lo conocí a Babi en la God Level de Chile y fue un honor enorme. También me gustaba mucho Mister Ego, que ahora viene a Argentina, así que lo voy a conocer. Disfruto mucho escuchando a Mnak, es innegable la talla y la calidad de lo que hace Chuty, un pilar fundamental en el freestyle. Ver a Gazir, Sweet Pain, Bon, Zasko… La liga española es excelente. Todas las FMS están plagadas de bestias, es la élite del freestyle.
La liga española es excelente. Todas las FMS están plagadas de bestias, es la élite del freestyle.
—Hablabas de Mister Ego, que el sábado 30 de abril va a estar en la tercera fecha de FMS Argentina, en La Plata. ¿Cómo te imaginás su exhibición con Replik?
—Yo creo que, en cuanto a elección de competidores, es la batalla más random que se podría haber hecho en la historia. Son dos genios, pero cada uno va por un camino totalmente diferente. Van a ser dos idiomas distintos, va a ser muy divertido.
—¿Y cuáles son tus expectativas de cara a esta próxima jornada?
—Mis expectativas son las de siempre: dar el máximo, un enorme espectáculo; intentar ganar, pero también disfrutar mucho. Voy con un rival que es una leyenda: Tata, alguien que valoro mucho, como persona y como competidor, tiene una historia tremenda. Va a ser muy disfrutable.