Marwan fue uno de los artistas españoles que el viernes 15 de marzo dio su concierto virtual en el marco del #YoMeQuedoEnCasa Festival, evento que busca preservar la música en vivo y entretener al público durante el aislamiento por el Coronavirus.
Texto: Pilar Muñoz
Marwan montó un micro escenario en el living de su hogar madrileño. Delante de una biblioteca repleta de libros y adornos, de la que cuelga una guirnalda de luces que puso para la ocasión, ubicó una banqueta alta. Desde allí, regalará a su público algunas versiones acústicas de sus canciones.
Para las más de once mil personas que lo verán en vivo a través de su cuenta de Instagram, en el marco del #YoMeQuedoEnCasa Festival, su poesía funcionará como un bálsamo ante la angustia desatada por la crisis sanitaria mundial y amenizará el aislamiento preventivo que rige en España para frenar el avance del Coronavirus.
—Me acaba de llamar mi madre —confiesa el cantautor pasadas las diez y media de la noche y, con gracia, se disculpa por la interrupción en su transmisión—. ¡Mamá, nos acabas de fastidiar el video!
Los shows por streaming tienen ese extra: le permiten al público colarse por un ratito en las casas de sus artistas preferidos y husmear un poco en los entretelones de sus vidas cotidianas.
Mientras el músico interpreta algunas de sus canciones, debajo del video se suceden las reacciones de la gente, en forma de comentarios y de corazones multicolores, que reflejan las nuevas dinámicas producidas por esta novedosa forma de hacer música en vivo facilitada por las redes sociales. Cuando toca “Animales”, por ejemplo, una chica etiqueta a una amiga y escribe: “Viendo juntas a Marwan a 600km una de la otra”.
—Espero que estés con una cervecita en casa, estamos en un concierto —dice el artista entre tema y tema, para luego pedir: “¡Esas palmas, familia!”.
“Ella es caótica, cercana y orgullosa, te hará pensar que baila sólo para ti”, canta el madrileño en “Puede ser que la conozcas”, dedicada a su ciudad natal, la capital española, que por estos días parece más un desierto que una fiesta.
—Dios mío, ¡qué energía! —exclama mientras se seca la frente y abre la ventana—. No sabía yo que tocar por directo en Instagram era así, pensaba que iba a ser más tranqui, pero estoy dando todo, sudando como un puto pollo.
Mientras canta al corazón “que ya está acostumbrado a caminar sobre un alambre” en “Las cosas que no pude resolver”, incentiva a sus seguidores a que manden su lluvia de corazones, ese aplauso digital que alienta al artista en tiempos de distanciamiento físico.
—Estoy reventándome las cuerdas vocales —revela Marwan, que dice estar “aceleradísimo, excitadísimo”. Y sí, su adrenalina traspasa la pantalla: el madrileño salta, pide palmas, hace pequeños alaridos—. ¡Qué maravilla, está siendo súper guay!
Sin embargo, cuando llega el turno de “La vida cuesta” se rescata, piensa en sus vecinos, y dice que le va a bajar un tono a la canción.
Faltan cinco minutos para las once de la noche, hora pautada para que termine su directo y deje lugar al artista que sigue, y decide pintar con unas estrofas lo que está pasando a nivel social: “Conviene saber que no hay mayor dolor para una piel que despedirse de otra piel, conviene saber que lo único que debes aprender es que vinimos a aprender”.
—Ha sido un subidón brutal, estoy seguro de que mis vecinos están a punto de tocarme la puerta —bromea agitado, mientras da los últimos rasgueos a su guitarra frente a la cámara—. Esto lo he hecho por vosotros y lo hecho para sentirme menos solo también. ¡Gracias!
Marwan tiene programadas fechas en Argentina para el mes de mayo y aún no se ha pronunciado acerca de su posible aplazo:
- Jueves 14/5, en Studio Theater (Córdoba).
- Viernes 15/5, en Centro Cultural Güemes (Rosario).
- Sábado 16/5, en La Trastienda (Buenos Aires).